Esta mañana hemos tenido la primera sesión de gabinete del proyecto. Como sabemos, nuestro punto de muestreo es el número dos, situado en Cenes de la Vega. Era el momento de analizar los resultados que obtuvimos en las sesiones anteriores, pero también el de realizar algunas pruebas que no pudimos hacer al no salir al río. Antes de venir al instituto, Pablo Jáimez ha estado en el río y ha traído una botella con agua para su análisis químico así como el cuadernillo que ha elaborado el profesorado investigador y que contiene toda la información necesaria para el proyecto así como las tablas en las que debemos reflejar nuestros resultados.
En el propio río, Pablo ha medido la cantidad de oxígeno disulto en el agua (8,7 mg/l), la saturación de oxígeno (96%) y el pH (8,2). La temperatura del agua era bastante fría, de 5ºC.
Ya en el instituto, hemos llevado a cabo los análisis químicos. Mediante tests colorimétricos, hemos determinado la concentración de amonio (<10 mg/l), nitratos (<10 mg/l) y fosfatos (<0,2 mg/l).
También hemos llevado a cabo el ensayo para detectar la presencia de bacterias coliformes. Para ello se ha depositado agua del río en un frasco con los reactivos adecuados que han teñido el agua de amarillo. La lectura de los resultados se debe hacer a las 48 horas, donde habrá que comprobar si hay cambio en el color de la solución. Candela Torres es la encargada de valorar el domingo por la mañana los resultados de esta prueba. Para ver si hay otros tipos de microorganismos, al final de la sesión hemos sembrado unas placas de Petri con medio LB con 100 microlitros de agua del río; valoraremos la aparición de colonias en los próximos días.
Tenemos ya datos para hacer una primera estima del estado ecológico del río en el tramo de Cenes de la Vega. Hay un concepto importante: el indice EQR (Ecological Quality Ratio) que se calcula como el cociente entre el valor observado y el valor esperado o de referencia, el que mostraría el río en sus mejores condiciones (expresado sobre uno o en porcentaje). Para determinar los valores de referencia, es también necesario conocer la tipología del río Genil; en este caso es de tipo RT-11, río mediterráneo de montaña silícea. Conocidos los distintos índices, el que presente peor valor será el que determine el estado ecológico del río.
Con respecto al índice hidromorfológico, recordad que tomó un valor IHF=75; los valores de referencia están en la página 60 de la guía. El índice que mide el estado biológico, calculado a partir de los macroinvertebrados encntrados fue de IBMWP = 101; en la pagina 57 del cuadernillo tenemos los valores de refrencia. Queda determinar el estado físico-químico. Si consultamos la tablas que vienen en el cuadernillo (página 63) veremos que la determinación de amonio no es válida pues las tiras reactivas no tienen la suficiente sensibilidad. Sin embargo, Pablo nos ha proporcionado el valor determinado en el laboratorio, que es de 0,02 mg/l. Con esta medida sí que podemos hacer la valoración.
Con todos los datos que tenemos es ahora el momento de analizar y discutir nuestros resultados y hacer la valoración del estado ecológico del río. Recordad que ese estado vendrá definido por el índice que presente el peor valor. Podéis hacerlo individualmente o en grupos de 2-3 personas, en un breve informe que compartireis en los comentarios.
PS. Candela Torres ha compartido los resultados de la prueba para la detección de coliformes. Ésta debía ser leída a las 48 de haberse realizado. Para que la detección hubiese sido positiva, el reactivo debería haber virado y presentar un color rojizo-violeta. Por tanto podemos concluir que en el agua del río no hay bacterias coliformes, indicativas de contaminación fecal en el mismo.
También tenemos ya los resultados de nuestros cultivos de agua del río en placas de Petri. A las 72 horas de la siembra, el aspecto de las placas es el que muestran las imágenes de abajo. En todas ellas se aprecian colonias de microorganismos, y en todas se repiten dos tipos de colonias. Unas son grandes y de tono blanquecino mientras que las más numerosas son pequeñas. En alguna placa se observa otro tipo distinto. En las placas de control que hemos incubado sin inocular no ha aparecido crecimiento bacteriano. A la vista de estos resultados podríamos incluso calcular la concentración de microorganismos que había en el agua; se trataría de establecer una sencilla proporción puesto que añadimos a la placa 100 microlitros de agua. Contaríamos las colonias que aparecen en cada placa, calcularíamos el valor medio y aplicaríamos la proporción. Con ello sabríamos la concentración de microorganismos en el agua de nuestra muestra; ¿pero podríamos concluir que estaban en el río? La respuesta es que no; para estar seguros de ello deberíamos haber usado un recipiente estéril para tomar el agua. Como no era así, no podemos descartar que provengan de una contaminación del bote. En cualquier caso, lo interesante es ver el método y que, con recipientes estériles, podremos hacer una estima cuando visitemos el río.