En nuestro proyecto, hasta ahora estamos considerando las condiciones en las que las nuestras bacterias podrían sobrevivir hasta el punto de que algunas de ellas pudiesen sobrevivir en exoplanetas con características semejantes a la Tierra. También hemos aplicado lo que estudiamos en relación a las biomoléculas que forman los seres vivos a las condiciones de cuerpos del Sistema Solar como los satélites de Júpiter y Saturno Europa, Titán o Encélado. Pero aún nos quedaba considerar otro objetivo astrobiológico; nuestro vecino más cercano: Marte.
El pasado miércoles tuvimos la satisfacción de recibir la visita de la investigadora Brittany Hill, perteneciente al Instituto de Astrofísica de Andalucía, quien en una charla muy amena nos descubrió las características más importantes del planeta rojo.
Nos habló de que, a pesar de ser un planeta con mucha menos masa que la Tierra y, por tanto, con menor gravedad, en un pasado lejano fue bastante similar. Había agua líquida en su superficie, su atmósfera era densa, tenía un campo magnético y una dinámica litosférica con placas tectónicas activas. Circunstancias que, en conjunto, podrían haber hecho posible la aparición de la vida. Hoy día el panorama es completamente distinto. No hay evidencias de agua líquida en su superficie, sí en forma de hielo, quizá en salmueras en el subsuelo; su atmósfera es muy tenue y el componente más abundante es el dióxido de carbono. Esto último, unido a que el campo magnético prácticamente no existe, hace que su superficie se vea bombardeada por radiaciones de diversos tipos. Si en Marte hubiese vida, con toda seguridad debería de estar en el subsuelo. Igualmente comentó que se ha detectado metano en la atmósfera de Marte; y en el caso de la Tierra, este gas está originado mayoritariamente por los seres vivos.
Brittany Hill junto al alumnado que participa en el proyecto de Astrobiología |
¿Existió vida en Marte? ¿Existe hoy día? Aún no hay respuesta para estas preguntas; pero en cualquier caso hay que tener claro qué es la vida. Y a esta discusión estuvo dedicada la parte final de la charla de Brittany Hill. Nuestro más sincero agradecimiento hacia ella.
Tras esta conferencia, tenemos más claros los posibles escenarios en los que pudiera haber o haber existido vida en otros lugares del Universo. Y también debemos tener más argumentos para proponer y justificar nuestros próximos experimentos, una de las tareas que nos queda pendiente en nuestro proyecto. Espero vuestras propuestas.