sábado, 6 de febrero de 2021

Bacterias terrestres, contaminantes marcianos

A lo largo de estos últimos cursos hemos desarrollado diversos proyectos de índole astrobiológica con el objetivo principal de valorar la posibilidad de que microorganismos terrestres pudieran sobrevivir en Marte o en algún exoplaneta lejano cuyas condiciones ambientales recordasen a las de nuestro planeta. Prentendíamos ver si hipotéticas formas de vida extraterrestres, suponiéndoles una fisiología semejante a la de nuestros microorganismos terrestres, tendrían posibilidad de habitar en esos lugares. Era una forma de valorar las condiciones que tendrían hipotéticas bacterias marcianas.

Hace unos meses presentamos en el V Congreso virtual de Astrobiología de Colombia, en una sección dedicada a Astrobiología y Educación, nuestra comunicación titulada "¿Podrían sobrevivir microorganismos terrestres en Marte? Una experiencia educativa con alumnado de secundaria. En ella discutíamos que otra posible implicación de nuestro trabajo era valorar la posibilidad -y esta es mucho más real- de que microorganismos terrestres pudieran contaminar otros mundos viajando en los instrumentos espaciales, en el caso de que éstos no hubiesen sido convenientemente esterilizados. Es algo sobre lo que también existe abundante literatura científica y sobre lo que se han llevado a cabo experimentos en la Estación Espacial Internacional.

Las implicaciones de todo esto son importantes. Pensemos en que si, por ejemplo, se quiere estudiar la presencia de vida en Marte o en la Luna, bien presente o pasada, nuestros hipotéticos polizones microscópicos podrían dar falsos positivos. Y esto incluso en el caso de que no sobreviviesen si lo que se detecta es la presencia de materia orgánica o cualquier otro biomarcador.

Perseverance (ilustración). Fuente: Wikipedia
 

Este 2021 se presenta como un año de oro en la exploración de Marte. Dentro de unos días llegará al planeta rojo Perseverance, un rover parecido a Curiosity con experimentos específicos para intentar conocer si en Marte hubo vida. Y será el primero, pero no el último de toda una serie de instrumentos lanzados por diversos países que en los próximos meses o años llegarán a Marte. Quizá por eso vuelva a tener interés lo relacionado con la posible contaminación de entornos extraterrestres. Una prueba de ello es este artículo que ha publicado recientemente el diario El País y que Manuel Espinosa nos recomienda: Las misiones espaciales privadas elevan el riesgo de contaminación biológica. 

Algunos también muy interesantes se pueden leer en la edición inglesa de The Conversation:

Colonizing Mars means contaminating Mars - and never knowing for sure if it has its own native life.

Mars: how scientist prevent Earth´microbes from contaminating other planets.

Con nuestros estudios acerca de la supervivencia de nuestras bacterias en ambientes simulados marcianos pretendíamos conocer cómo podría ser esa hipotética vida microbiana marciana, en el caso de que existiera o hubiese existido. Pero nuestros experimentos también aportan luz a algo que es tremendamente real, y es valorar la posibilidad de que, sin las medidas apropiadas, pudiéramos contaminar biológicamente con microorganismos terrestres aquellos mundos que queremos explorar y debemos preservar.

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